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miércoles, 1 de febrero de 2012

Origen de la prensa.

La prensa, un medio de comunicación excepcional.

* Orígenes de la prensa.

La historia de la prensa es paralela a la de las comunicaciones entre los hombres, aunque la prensa moderna tiene su punto de partida en la aplicación de los instrumentos técnicos que permiten llevar al mayor número de lectores las noticias más recientes. Este hecho tiene lugar en los primeros años del s. XIX. Previamente, a lo largo de la historia, existieron momentos claves en la actividad periodística: la redacción de noticias manuscritas en Grecia y Roma; las informaciones manuscritas de la Edad Media y la Edad Moderna, primero anuales y luego semestrales, cuyo contenido era político-religioso (por ejemplo, el conflicto católico- protestante) o comercial.


A lo largo del s. XVII triunfa, el periodismo regular gracias a la elevación del nivel cultural, el fortalecimiento del poder real y el centralismo del Estado; con ello, el periodismo comienza ha hacerse político, se organiza y toma un carácter gubernamental. A partir de este momento, se puede hablar de varios tipos de periodismo: político, informativo, cultural y mundano. A lo largo del s. XVIII, domina el campo de la información el periodismo diario; el primer periódico diario fue el Daily Courant(1702-1735), que introdujo la publicidad en sus publicaciones; el segundo diario fue español, el Diario Noticioso (Madrid, 1798). Sin embargo, la periodicidad diaria no sería establecida hasta comienzos del s. XIX, momento en que también se consiguieron las condiciones que permitieron al periódico llegar a las masas en todos los países y tratar todos los temas: avances tecnológicos, desarrollo de las telecomunicaciones, disminución del analfabetismo, etc. Desde 1850, la actividad periodística puede dividirse en tres etapas: periodismo ideológico, periodismo informativo y periodismo de explicación. El periodismo ideológico (al servicio de ideales políticos, religiosos o sociales) perduró hasta la Primera Guerra Mundial, coexistiendo durante un tiempo con el informativo, periodismo de hechos, no de comentarios, que surge en 1870 y se extiende hasta los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. A raíz de la fuerte competencia de los medios de radiodifusión, surge el periodismo de explicación, que comparte características del informativo, pero analiza las causas de los hechos, dejando a la radio y a la televisión la inmediatez informativa.

Junto a los periódicos diarios, existen desde el s. XIX otras formas de prensa tales como semanarios, revistas y almanaques, que fueron especializándose en materias y en el modo de tratar la información.

La velocidad del periodismo, ha sido influida decididamente por el avance tecnológico aplicado a esta actividad y rápidamente desarrollado a lo largo del s. XX y especialmente desde la Segunda Guerra Mundial, provocando, por un lado, un elevado grado de automatización en el proceso productivo de la información, y, por otro, la incapacidad de los periódicos para subsistir sin pertenecer a un grupo económico o político de presión. Se crean los grupos editoriales, se plantean importantes problemas en las sociedades plurales, como el hecho de que la libertad de información da lugar a la formación de una auténtica opinión pública. Para conseguir un funcionamiento correcto de dicha opinión, conformada primordialmente por las grandes tiradas de los periódicos, es tan preciso garantizar la libertad de prensa a través de la legislación, como exigir la actitud moral de los periodistas.

*La información periodística y su influencia social.

La influencia de los medios de comunicación de masas en la sociedad es una cuestión que siempre está al orden del día. Cómo se produce esta influencia, en qué medida, son algunas de las preguntas que los especialistas en comunicación intentan resolver.
- La definición de la influencia de los medios decomunicación.
Producto de los medios de comunicación, la información periodística es un elemento de primera importancia en la organización de la vida cotidiana. Las noticias configuran la actualidad, determinan lo que es importante y lo que no lo es. Proporcionan a los ciudadanos un punto de vista sobre los grandes acontecimientos de la vida política. Además, directa o indirectamente, sugieren un amplio abanico de opiniones y de respuestas delante de los problemas de nuestra vida cotidiana.
Desde que aparecieron, los medios de comunicación han introducido cambios sustanciales en la sociedad y han pasado a ocupar un papel central en la vida política, en el nivel de conocimiento o el ocio. Es cada día cuando los ciudadanos tenemos la oportunidad de ser espectadores de los grandes y pequeños acontecimientos de la vida política y general del país. A través de la prensa, la radio y la televisión podemos convertirnos, a distancia, en testigos de la toma de decisiones que afectarán directa o indirectamente nuestra vida. Las noticias están llenas de líderes y personajes a quienes podemos conceder o quitar nuestra confianza, delegar o no la defensa de nuestros intereses, o simplemente, observar con escepticismo.

El seguimiento de los acontecimientos en su curso, nos vincula a los temas de actualidad; son temas que saltan de forman intermitente: el paro, la reactivación económica, la inseguridad ciudadana, las relaciones con los otros países, etc.

*Censura:

- El silencio de los pueblos.
La libertad de expresión, especialmente en sus manifestaciones de libertad de información y de prensa, que responden al derecho de los pueblos a ser informados y escuchados, es quizás la más importante de cuantas garantizan la defensa de los derechos humanos. La libertad de prensa es la llave que abre las puertas de las demás libertades, a la que sin su ayuda no podríamos acceder, como es por ejemplo la libertad de vestir de la manera que cada persona quiere.

Historia del periodismo en México.


Las bases del periodismo en nuestro país se remontan a la época colonial, en el siglo XVI, cuando circularon por las calles de la capital de la Nueva España los famosos pregoneros, que a pulmón abierto gritaban en plazas públicas o sitios de gran concurrencia como los mercados, las noticias de actualidad. Obviamente que esta labor era realizada bajo la supervisión de las autoridades coloniales, que a través del cabildo otorgaban permiso expreso a estos ingeniosos hombres.

La llegada de la imprenta a México ocurre en 1539, cuando a instancias del arzobispo Fray Juan de Zumárraga llega a radicar en la capital de la Nueva España el impresor italiano Juan Pablos. De manera paulatina se fueron instalando más talleres de impresión con lo que inicia la circulación de hojas volantes. La primera de ellas que se impresa en nuestro país es el Mercurio Volante, editado en 1693 por el intelectual Carlos de Sigüenza y Góngora, con noticias de carácter histórico y científico.

Una de las hojas volantes más antiguas que se conocen y que ha servido como fuente de datos para varios historiadores es la Relación del terremoto de Guatemala, evento que ocurrió en noviembre de 1541, aunque el volante circuló en México hasta 1542.

En enero de 1722, el clérigo católico y doctor Juan Ignacio de Castorena y Ursúa funda la Gaceta de México y noticias de Nueva España, considerado como el primer periódico de México, donde publica informaciones religiosas, oficiales, comerciales, sociales, mineras y marítimas. Este órgano mensual duró de enero a junio de ese año.

* Periodismos en México a partir de la independencia.

Posterior a la etapa del periodismo colonial en México, la escritora Petra Mª Secanella ubica el inicio del periodismo político en México con la aparición del Despertador Americano, fundado por el cura Miguel Hidalgo en Guadalajara el 20 de diciembre de 1810 bajo la dirección de Francisco Severo Maldonado. Pero este no fue el primer periódico de la provincia; tres años antes apareció en el puerto de Veracruz el Jornal Económico Mercantil de Veracruz, con información acerca de las actividades del transporte y almacenamiento de mercancías de ultramar en esa ciudad.

Aunque la elaboración de periódicos no fue considerada en esa época como una actividad que significara abundantes ingresos económicos, la práctica del periodismo fue eficiente para la difusión de corrientes de pensamiento entre grupos selectos de lectores que crecieron en número, conforme se fueron abatiendo los índices de analfabetismo en todo el país.

A partir del Despertador Americano de Hidalgo, fue muy notorio que los periódicos que se editaron sirvieron como bandera de lucha ideológica de grupos precursores de las transformaciones sociales que buscaban en un México independiente. También con esa necesidad de divulgación ideológica, se propició la proliferación de los talleres de impresión en distintas ciudades.

Hubo ejemplos muy admirables de hombres cabales que utilizaron como tribuna de lucha política los periódicos como José Joaquín Fernández de Lizardi en el Pensador Americano de 1812, donde se pronunció abiertamente por la abolición de la esclavitud. A la par del Pensador Americano de Lizardi, fueron surgiendo otras publicaciones insurgentes como el Sud de José María Morelos, el Correo Americano del Sur a cargo de José Manuel Herrera, el Aristarco Universal de Lorenzo de Zavala y el Ilustrador Nacional del doctor José María Cos, entre otros medios que diseminaron por gran parte del territorio mexicano el espíritu independentista.

Con la Constitución de 1824 se instauró el régimen de libertad de prensa y con ello se amplió el marco jurídico para el desarrollo de la actividad periodística en todo el país, que creció en proporciones geométricas.

Fueron los periódicos El Ateneo Mexicano y Siglo XIX (1840) y El Monitor Republicano (1844) el conducto para difundir las ideas liberales de Francisco Zarco, Guillermo Prieto y Andrés Quintana Roo, que tuvieron efecto en la comunidad pese al analfabetismo y aislamiento de los centros poblacionales en todo el país. A partir de un periódico, la noticia era transmitida oralmente.

La prensa también jugó un papel relevante durante la invasión francesa (1862-1867). La respuesta del gobierno imperial a los periodistas opositores fue drástica y violenta en muchas ocasiones. Dentro del bando republicano identificados con la causa juarista, participaron Francisco Zarco con La Independencia Mexicana, Guillermo Prieto en Monterrey con El Cura de Tamajón y El Monarca en San Luis Potosí, e Ignacio Ramírez que publicó La Opinión en Sinaloa y La Insurrección en Sonora. Los periodistas liberales, además de tener que ocultarse y verse obligados a emigrar constantemente al ser perseguidos por el imperio, fueron combatidos por personajes afines al gobierno monárquico de Maximiliano en las publicaciones El Boletín de Orizaba, El Verdadero Eco de Europa, La Opinión, La Reacción y El Veracruzano, además de La Prensa y El Pájaro Verde, estos dos últimos se editaron en la capital. En esta época el ataque, el insulto, descalificación y la denostación por uno y otro bando, fueron la columna vertebral del contenido periodístico.

Durante el período presidencial de Benito Juárez (1858-1872) mejoraron bastante las condiciones de libertad de expresión ya especificadas en la Constitución Política. Incluso algunos autores coinciden en que se llegó a abusar de esta prerrogativa, por lo que proliferaron publicaciones que en lugar de informar con veracidad, se centraron en la confrontación de puntos de vista entre liberales y conservadores en un lenguaje muy arrebatado.

Al asumir la presidencia en 1876, el general Porfirio Díaz se encontró con un periodismo muy combativo. Por tal motivo decidió dar un nuevo cariz a la política de prensa a partir de su segundo período de gobierno (1884) a través de la subvención, o sea, entregar cantidades fijas de dinero (subsidio mensual o quincenal) a los periódicos y evitar así en lo posible las críticas.

Cabe destacar que ésta práctica iniciada años antes por Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, alcanzó grandes dimensiones con Porfirio Díaz. En un principio para el militar oaxaqueño fue más viable entregar dinero a los periódicos que hacer un escándalo clausurándolos o enviando a la cárcel a sus redactores. Pero cuando el Porfiriato se encontraba en su clímax, se dejaron escuchar voces inconformes con el reeleccionismo por lo que el régimen persiguió, encarceló y hasta desterró a redactores e ilustradores de periódicos opositores, sobre todo a partir de 1890.

Las fuertes condiciones de explotación que se dieron entre la clase obrera y campesina, fue un flanco abierto para la difusión de ideas socialistas procedentes de Europa. Entonces aparecieron algunos medios que abrieron brecha en el campo de la lucha social entre los que destacó El Socialista en julio de 1871, a cargo de Juan Mata Rivera. Este periódico se convirtió en el órgano oficial del Gran Círculo de Obreros de México y en sus páginas se publicó en 1884 el Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels.

Concebido por sus colaboradores como estructurador ideológico, político y orgánico de una corriente revolucionaria de masas, como la forma fundamental de propaganda, agitación y organización colectiva, Regeneración fundado por los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón en agosto de 1900, fue difusor de una ideología extremadamente radical, que no sólo tuvo problemas con el régimen porfirista, sino también con gobiernos revolucionarios posteriores como los de Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, que siempre desconfiaron de las ideas anarquistas de estos hermanos. Este cotidiano perduró hasta marzo de 1918.

También destacaron durante esta larga etapa de censura dentro del periodismo crítico en 1885, El Hijo del Ahuizote (pasquín de autores anónimos heredero de El Ahuizote fundado diez años antes por Vicente Riva Palacio), Filomeno Mata (1881) con el Diario del Hogar, Félix F. Palavicini que fundó en 1909 El Anti-Reeleccionista donde colaboró José Vasconcelos y el caricaturista José Guadalupe Posada, quien ilustró en distintos diarios de la capital y provincia su punto de vista humorístico de la situación que privaba en las clases desprotegidas de la población, a través de sus famosos grabados. La avalancha del periodismo anti-rreeleccionista, fue fortalecida en 1909 por Francisco I. Madero con El Demócrata Coahuilense y Aquiles Serdán que publicó en Puebla La No Reelección.

* El periodismo moderno en México.

A Porfirio Díaz se atribuye el apoyo para la apertura de El Imparcial que fue entonces el periódico más moderno de México. Fundado en 1896 por Rafael Reyes Espíndola, El Imparcial tomó el modelo clásico de los periódicos estadounidenses con su definición de secciones, corresponsales en provincia y servicios noticiosos de la agencia Associated Press (AP), lo que le atrajo mayor número de lectores que lo hicieron su favorito ya que alcanzó tirajes de hasta 100 mil ejemplares. El Imparcial desplazó a los periódicos el Siglo XIX y El Monitor Republicano que hasta entonces, eran las publicaciones más consolidadas en el gusto del público.

El taller de El Imparcial contó con las primeras rotativas del país, así como los primeros linotipos, excelente infraestructura que le sirvió para publicar las revistas El Mundo y El Mundo Ilustrado.

Este diario que frecuentemente incluyó fotografías en su primera plana, desapareció en 1914. Es el punto de partida al periodismo moderno y empresarial de México, por ser el primero que incorporó en su estructura una bien organizada planta de reporteros y equipo de producción donde además, el trabajo eficiente de un departamento de publicidad, transformó el concepto de comercialización de espacios conocido hasta entonces.

Después del cierre de El Imparcial, el primero de octubre de 1916 el constitucionalista Félix F. Palavicini funda El Universal y el 18 de marzo de 1917 Rafael Alducín hace lo propio con Excélsior, destacados periódicos capitalinos que subsisten en la actualidad.

(Una vez mas me gustaría mencionarles que vean los vídeos que se encuentran en la parte inferior derecha del Blog, les aseguro que les gustaran.)

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